El infinito es el infinito en si mismo. Lo que nuestra mente y espíritu es capaz de entender, quizás pueda ser la forma de alcanzar casi el infinito. Nunca lo alcanzaremos, siempre será una aproximación. Nosotros pertenecemos al infinito.Somos parte de el.
Lo femenino, como tú, simboliza el infinito pero también está separado de el. Si intento experimentar el infinito contigo, lo encuentro con el tacto, caricias, besos, palabras …y si tú consigues realizar tu propio infinito a través de mi aventura contigo. Se convierte en esa aproximación, atractiva hacia lo eterno.
Al final ambos estamos separados y nos encaminamos mano a mano hacia el infinito, nunca alcanzándolo pero siempre estando mas cerca, a veces sintiéndolo como si lo tocáramos. Y lo místico, es que, en si, el infinito se experimenta a través de nosotros. Si jugamos al juego, el universo entero juega el mismo juego. Es el eterno regreso…
E.Sun.
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